Un descuido, un mal movimiento cerca de la piscina o simplemente la mala suerte de que te pille un chaparrón. Son muchas las situaciones en las que un móvil puede acabar mojado, generando una sensación de pánico instantánea. Sin embargo, mantener la calma y actuar con rapidez siguiendo los pasos correctos puede marcar la diferencia entre salvar tu dispositivo o tener que despedirte de él para siempre.
Esta guía detalla los primeros auxilios que debes aplicar a tu teléfono si entra en contacto con el agua, desmintiendo mitos populares y ofreciendo las soluciones más efectivas para maximizar las posibilidades de recuperación.
Pasos inmediatos: la rapidez es tu mejor aliada
Cada segundo que un dispositivo electrónico pasa sumergido en un líquido aumenta el riesgo de daños irreparables. Por eso, lo primero y más importante es sacarlo del agua lo más rápido posible. Una vez fuera, la prioridad es evitar un cortocircuito.
Acciones cruciales a realizar en los primeros segundos:
- Apágalo inmediatamente: Si el teléfono sigue encendido tras el remojón, apágalo de inmediato. Si ya se ha apagado solo, no intentes encenderlo bajo ninguna circunstancia para comprobar si funciona. Esta es la regla de oro, ya que encenderlo podría provocar un cortocircuito fatal en los componentes internos.
- No lo conectes a la corriente: Es fundamental resistir la tentación de cargarlo. Conectar un dispositivo mojado a una fuente de alimentación es extremadamente peligroso y casi garantiza un daño severo en la placa base.
- Retira todo lo extraíble: Saca la tarjeta SIM, la tarjeta de memoria microSD y, si el modelo de tu móvil lo permite, la batería. Esto no solo protege estas piezas, sino que también abre más vías para que el interior del teléfono se seque.
Cómo secar tu móvil correctamente
Una vez apagado y desmontado, el siguiente paso es eliminar toda la humedad posible, tanto externa como interna.
Secado exterior
Utiliza un paño suave y absorbente, como uno de microfibra o una toalla de papel, para secar cuidadosamente toda la superficie del teléfono. Presta especial atención a los puertos y ranuras, como el conector de carga o la entrada de auriculares, usando un bastoncillo de algodón si es necesario para llegar a estas zonas.

Qué NO debes hacer para secarlo
Existen prácticas muy extendidas que, lejos de ayudar, pueden empeorar la situación considerablemente:
- No uses un secador de pelo: Aplicar aire caliente puede parecer una buena idea, pero el calor excesivo puede dañar componentes internos muy sensibles. Además, la fuerza del aire puede empujar las gotas de agua más adentro del dispositivo.
- Evita las fuentes de calor directas: No coloques el móvil al sol, sobre un radiador o, bajo ningún concepto, en el horno o microondas. El calor extremo es uno de los mayores enemigos de la electrónica.
- No lo agites bruscamente: Sacudir el teléfono con fuerza con la intención de expulsar el agua puede tener el efecto contrario, esparciendo el líquido por más áreas internas.
El mito del arroz: por qué no es la mejor solución
Durante años, el método más popular ha sido sumergir el móvil mojado en un recipiente con arroz. La teoría es que el arroz, al ser un material absorbente, extraerá la humedad del interior del dispositivo. Sin embargo, esta práctica está cada vez más desaconsejada por los expertos y fabricantes como Apple.
Desventajas de usar arroz:
- Baja eficacia: Aunque el arroz absorbe algo de humedad, su capacidad es limitada y no es suficiente para secar por completo los componentes internos de un teléfono.
- Riesgo de daños adicionales: El almidón y las pequeñas partículas de polvo del arroz pueden introducirse en los puertos del teléfono, como el de carga o los altavoces, causando obstrucciones y daños.
- Acelera la corrosión: El proceso de secado con arroz es lento, lo que da más tiempo a que el agua y los minerales que contiene corroan los delicados circuitos internos.
Alternativas más seguras y eficaces que el arroz
En lugar de recurrir al arroz, existen opciones mucho más seguras y efectivas para absorber la humedad interna:
- Gel de sílice: Las pequeñas bolsitas que se encuentran en cajas de zapatos o productos electrónicos son excelentes desecantes. Coloca el teléfono en una bolsa hermética junto a varias de estas bolsitas y déjalo actuar durante al menos 24-48 horas.
- Otros materiales desecantes: Si no tienes gel de sílice, puedes encontrar recambios para deshumidificadores o incluso arena para gatos (que suele estar compuesta de gel de sílice) en supermercados.
- Secado al aire: La opción más simple y segura es dejar el dispositivo en un lugar seco y bien ventilado, preferiblemente con algo de corriente de aire (como cerca de un ventilador con aire frío), durante un mínimo de 48 horas.
¿Y si el móvil se mojó con agua de mar o refrescos?
Si el líquido que ha mojado tu teléfono no es agua dulce, la situación es más crítica. El agua salada, el agua de piscina con cloro o las bebidas azucaradas contienen minerales y sustancias corrosivas que aceleran el daño a los componentes internos.
En estos casos, algunos expertos recomiendan, con el teléfono apagado y la batería extraída (si es posible), enjuagarlo con mucho cuidado con agua destilada o sumergirlo brevemente en alcohol isopropílico de alta pureza (99%). Estos líquidos ayudan a desplazar los minerales corrosivos y se evaporan sin dejar residuos. No obstante, este es un procedimiento delicado que debe realizarse con extrema precaución, y la opción más segura sigue siendo llevarlo a un profesional.
Cuándo encender el teléfono y qué hacer si no funciona
La paciencia es clave. Debes esperar al menos 48 horas, o incluso más, para asegurarte de que el teléfono está completamente seco antes de intentar encenderlo. Encenderlo prematuramente es uno de los errores más comunes y dañinos.
Transcurrido el tiempo de secado:
- Vuelve a montar las piezas que retiraste (SIM, microSD, batería).
- Intenta encender el dispositivo.
- Si enciende, comprueba que todas las funciones (pantalla táctil, altavoces, micrófonos, cámaras) operan correctamente. Es una buena idea realizar una copia de seguridad de todos tus datos inmediatamente.
- Si no enciende, prueba a conectarlo al cargador. Si aún así no responde, es muy probable que haya sufrido un daño interno.
En caso de que el móvil no funcione o presente fallos, la mejor opción es llevarlo a un servicio técnico profesional. Ellos disponen de las herramientas necesarias para desmontarlo, realizar una limpieza profunda con ultrasonidos y sustituir los componentes dañados. No demores esta visita, ya que la corrosión puede seguir avanzando con el tiempo.